Muchas veces, los reales espacios de poder en las burocracias oficiales se dan en las segundas y terceras líneas de una administración pública. En el marco del actual recambio de autoridades nacionales, hay señales que generan especial seguimiento de parte de los artistas locales, sabedores ya de que en lo que hace a los despachos tucumanos no hubo novedades con la confirmación de Mauricio Guzman al frente del Ente Cultural.
Hay dos entes nacionales sobre los cuales hay mayores expectativas por el manejo de fondos para producciones, y en uno de ellos sólo resta el anuncio oficial para la asunción. Se trata del nuevo director ejecutivo del Instituto Nacional de Teatro (INT), cargo que recaerá en el ex secretario de Cultura del municipio de Rafaela, Marcelo Allasino, según lo confirmado por diversas fuentes que pidieron reserva de su nombre. El teatrista y coreógrafo de 46 años es reconocido a nivel nacional por su gestión, en la cual consolidó un festival nacional en esa ciudad que ya cumplió 11 ediciones. Antes de ser funcionario montó el afamado Centro Cultural La Máscara.
Uno de los elogios que recibió Allasino es la transparencia en los dineros que administró, al punto de difundir on line las cuentas de su oficina. Y este es uno de los temas centrales en el INT, que está sumido en una profunda crisis por la pelea entre el anterior director, Guillermo Parodi, con el Consejo de Dirección y los representantes provinciales, a los que acusó de vulnerar el sistema de control interno de los fondos asignados a diversos proyectos y demorar exageradamente su rendición.
Dentro del INT hay un nombre fuerte: el delegado santafesino Miguel Ángel Palma, quien logró aglutinar a todos los disconformes con Parodi, los unió como grupo hace más de un año y es el interlocutor con el flamante ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto. Una característica política es que la mayoría de los representantes de las provincias, incluso Tucumán, son peronistas (varios, kirchneristas) al igual que Palma, lo que potencia su rol de vocero dialoguista. Sin embargo, Allasino no es de su riñón.
Resuelto al director del INT, el otro frente de fuerte incidencia en Tucumán que atiende Avelluto es la conducción del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), donde la pelea por el cargo convoca a muchos interesados. María Lucrecia Cardoso preside este organismo desde enero de 2014, cuando reemplazó a la diputada Liliana Mazure, pero no seguirá en la función pese a que le quedan dos años de mandato.
La lucha por la sucesión suma a la UCR, que quiere el lugar para el ex diputado nacional y actor Luis Brandoni o para el director de cine Ricardo Wullicher (“Quebracho” y “La nave de los locos”, entre otras). Desde el macrismo se mencionó a Juan José Campanella, pero el nombre habría sido dado de baja. En su reemplazo sonó el del actor Martín Seefeld, que se fue apagando, cuestionado interna y externamente.
La lista de potenciales funcionarios también la integran Andrés Di Tella, Diego Dubcovsky y Daniel Burman. En las últimas horas creció el nombre de Enrique Piñeyro, cuyas posibilidades están en ascenso.